Los Sistemas de Información Geográfica han sido definidos a lo largo del tiempo de múltiples formas. Una de esas definiciones dice… “los SIG son una tecnología integradora que une varias disciplinas con el objetivo común del análisis, creación, adquisición, almacenamiento, edición, transformación, visualización, distribución, etc. de información geográfica” (Goodchild, 2000). Por otro lado, otra definición muy usada plantea los SIG como “sistemas de hardware, software y procedimientos elaborados para facilitar la obtención, gestión, manipulación, análisis, modelado, representación y salida de datos espacialmente referenciados, para resolver problemas complejos de planificación y gestión” (NCGIA, 1990:1-3).
En cualquiera de estas definiciones, y muchas otras que no citaré, el parámetro común es la componente espacial, es decir, la localización X, Y, y su componente temática o altitud, de las entidades básicas que gestiona un SIG.
Se trata de sistemas capaces de manejar datos y entidades con componente espacial con el objetivo de obtener de ellos una modelización gráfica, conceptual y temática del espacio.
Sus fines son múltiples: un análisis estadístico de un determinado fenómeno; un estudio de mercado para la implantación de un comercio; un estudio técnico para determinar la mejor ubicación posibles de una red de depuración de aguas; la inventariación cartográfica de la red de carreteras o un análisis multicriterio para obtener el modelado técnicamente estimado de un fenómeno que aún no se ha producido.
Pero, ¿cuál es el diferencial esencial entre utilizar estos sistemas y utilizar, por ejemplo, un visor tipo Google Earth, o el visor Web de la Oficina Virtual del Catastro o un sistema CAD con capacidad para manejar cartografía? Pues, básicamente y quizás la más importante, que los SIG nos permiten realizar análisis espaciales complejos a los datos gráficos y/o a los datos alfanuméricos en él almacenados.
Automatizar la respuesta a preguntas tales como ¿cuáles son las parcelas afectadas por la avería de una tubería? o… ¿cuántas de las parcelas incluidas en un determinado recinto, obtuvieron subvención del gobierno regional, son de superficie <5000 m² y fueron plantadas de papas en el año 2008? …, o, por ejemplo, obtener un mapa donde se nos muestre la red viaria de un determinado núcleo en función del estado de pavimentación de los tramos de vía, sólo es posible si contamos con este tipo de tecnologías.
Enlazando con ésto último, es interesante considerar que ya en 1994, Gutierrez y Gould hablan de los sistemas SAD (Sistemas de Apoyo a la Decisión), advirtiendo que éste es precisamente uno de los fuertes y caballo de batalla de los SIG: ayudar a los responsables de gestión en la toma de decisiones. Para ello es necesario que los datos que se almacenen sean fiables, cuenten con metadatos válidos y estén debidamente actualizados. Estas herramientas han de ser sistemas vivos, es decir, que cuenten con procedimientos de control y actualización de los datos, porque, de otro modo, las conclusiones y/o diagnósticos que se obtengan serán errados, y erradas serán también las decisiones que deriven de ellas, cuestión que abocará a una infrautilización del sistema. O dicho de otro modo: por muy bonito que el SIG nos muestre el territorio, si a la hora de resolver los datos no nos ofrece garantías, el sistema no sirve o pierde su principal razón de ser.
En Canarias, esta tecnología comienza ha introducirse en las áreas de gestión, pero aún hay mucho camino por recorrer. En este sentido, GEOCOBET CARTOGRAFÍA y SIG está haciendo grandes esfuerzos por dar a conocer correctamente esta tecnología que aún muchos confunden con un visor cartográfico, con un sistema CAD o con herramientas como GOOGLE EARTH o MAP que, aunque muy interesantes y de gran utilidad para múltiples fines, no puede ser confundido con un SIG.
Son muchos los trabajos que GEOCOBET CARTOGRAFÍA y SIG ya ha realizado en este campo, pero siguen siendo muchos los casos en los que nuestros potenciales clientes descubres con agradable sorpresa las posibilidades de mejorar que los SIG ofrecen a sus trabajos. Esto no hace más que motivarnos para continuar trabajando en este campo, ofreciendo nuestros servicios y profesionalidad en la implantación de SIG o el la realización de estudios de análisis y diagnóstico puntuales de determinados fenómenos socio-económicos, geográficos, urbanísticos y/o medioambientales.